RENACER DE UN NUEVO DÍA
ESTA POESÍA ES PARA LUCÍA
ESTA POESÍA ES PARA LUCÍA
Cuando el día trae consigo un nuevo amanecer,
se respira el aroma de los jardines a placer,
el sol mancha de amarillo intenso el paisaje,
las plantas se engalanan de floridas vestiduras,
matizando de múltiples colores sus llanuras,
su abundante vegetación parece salvaje.
Los rayos esparcen esplendor en un instante,
y en cada uno de ellos un pincel por delante,
plasmando la majestad de su obra prodigiosa:
No es necesario mirar para poder creer,
ni volver la vista, para ver de nuevo renacer.
¡Y contemplar la creación de Dios, maravillosa!
Las flores lucen sus relucientes corolas,
balanceándose como presumidas olas,
cambiando el semblante de los amantes,
e inspirar las palabras secretas de los poetas,
arrancándoles del espíritu, otro poema,
acompañando a los turbados caminantes.
Hortensias y violetas, cultivadas en macetas,
hay blancas margaritas inquietas y discretas,
pensamientos para Lucía de afable fragancia,
capullos de rosales hacen posibles los anhelos,
renaciendo para poder brindar un consuelo,
evitando entre las parejas toda discrepancia.
Las petunias robustecen las existencias,
gentiles alcatraces, aligeran las ausencias,
los crisantemos sujetan un corazón gigante,
las gladiolas dan sabiduría a los consejeros,
orquideas que simbolizan el amor verdadero,
convirtiendo a las carencias en insignificantes.
En primavera descienden pájaros pomposos,
atestando de bullicio y trinos prodigiosos,
retozando sus alas de delicado terciopelo,
aves que arriban en considerables parvadas,
por los inmensos cielos son contempladas,
armonizando el panorama en su trayecto.
Con ella aparecen insectos por doquier,
que en breve harán un festín para comer,
ataviados de camuflaje para que no se noten,
libando el almíbar para su existir fortificar,
con sus diferentes especies impresionar,
polinizando y dando origen a un nuevo brote.
Por la verduzca pradera fluye un riachuelo,
caudalosas cascadas serán la cura a tu desvelo,
las copiosas lluvias humedecen el terruño,
los campillos sus doradas riquezas granan,
los animalitos por el sustento se afanan:
¡Una magna esperanza sujetarás en tu puño!
Palabras de mi Corazón
De mi autoria
No hay comentarios.:
Publicar un comentario